“Este cabron me enganchó”
“Mira este, que gran vacilada la que me dió”
“Me bajaron”
“Que gran baje”
“¡Mira este que sin vergüenza!”
Cuando uno regresa al mercado la semana siguiente, si encuentra al mismo vendedor, le va a decir sus verdaderas sobre el engaño. El vendedor intentará recuperar al cliente y callarle ofreciéndole algo de gratis llamado “vendaje”. Por ejemplo dirá: “Tranquila mama, le voy a echar tres de vendaje”.
Hay tres tipos de tamales con diferentes texturas: el tamal de masa de maíz (el salado, el de azúcar). Existen dos maneras de preparación: masa cosida (donde se hierve y se da vuelta) o masa cruda. La gran diferencia es que la masa cosida queda más suave.
El segundo es el tamal de San miguel: tamales hechos con masa de maíz con un poco de arroz.
El tercero es el tamal pisque: el cocimiento del maíz es diferente. Hay que ponerle un poco de cal para que el maíz se pela y también se cose con cenizas. La ceniza hace que se siente el olor a pisque. A veces también se les ponen chipilín y frijoles molidos fritos o con queso (quesillo).
Se ocupa la hoja de plátano donde uno pone la masa con los ingredientes y una vez preparado se ponen en una gran hoya con un fondo de agua a hervir y el tamal se cose con el vapor.
El tamal de sal lleva de todo dependiendo de los gusto de la gente o de quien los prepara. Mientras el tamal de azúcar solo lleva la masa con ciruela y canela.
Otro tamal es el tamal de elote. Se envuelve en la misma hoja de elote en vez de usar la hoja de plátano. Se pone doble hoja para que queda bien cerrado y se usa una hoja fresca. Para el tamal de elote, hay que usar el elote que es el más sazón (más viejo). Le puede poner un poco de leche, mantequilla, queso rallado, sal o azúcar (o dulce de atado) dependiendo el gusto de la persona. Le puede revolver un poco de chicharrón desecho o frijoles bien molidos también para darle más sabor.
La hoja de elote cuando esta seca se llama tusa. Pelo tusa (se hierve y se toma como un té para el mal de orín)
Si el maíz no está muy molido, se llaman “charos”. Así se comen los tamales en los pueblos.
Expresiones con la palabra “tamal”:
La palabra “tamal” se usa para hablar de un ladrón: “Hey cuidado este es un gran tamal”.
Alguien que tiene un pie ancho se dice: “mira, todo tamaludo el pie de este”.
Alguien que tiene brazos gordos y flácidos se dice: “con brazos de tamalera”.
“Puro pelo de tusa” cuando alguien ve a otro con el pelo parado.
Para una persona que no da confianza, uno dirá: “Mira la cara de tamal que tiene este”.
Una última con connotación más sexual: Cuando uno ve una mujer con ropa bien ajustada caminando en la calle y que se le ve todo adelante: “Mira esa gran tamal que tiene” dicen los hombres.