En El Salvador la palabra madre tiene un significado muy especial, ya que cada madre es un ser único pero ¿qué los hace ser únicas? Muchos nos identificamos con las frases utilizadas por este ser bello pero que en muchas ocasiones o en algún momento se convierte de algo bello a algo irreconocible utilizando expresiones a lo largo de nuestra vida cambiando la intensidad y el concepto de ciertas palabras dependiendo del tono de voz.
He clasificado las frases más comunes dependiendo de nuestra edad. Entre nuestro primer año de vida hasta los siete años nuestra madre es nuestra heroína, el ser más lindo y dulce y donde pueden jugar con nuestra mente. Nuestras madres nos hacen creer en seres que no existen para crear miedo o simplemente crear miedo mediante amenazas y regaños. Acá están unos ejemplos de estos:
- Ya viene el viejito de la basura y te va a llevar.
- Espérate que lleguemos a la casa…
-¿Por qué? ¡Porque yo digo que no y punto!
-¡Te lo dije!
- Ya va a venir el gato y te va a comer.
-¡Que jodes!
- ¿Si lo busco y lo encuentro que te hago?
-Estate en juicio mono que jodes, ya te voy a verguiar.
- Apéate de ahí cipote o te vas a dar un gran sopapo.
Lo especial de estas frases es que todos pensamos que son únicas especiales para cada hogar, pero en realidad son parte de la herencia del lenguaje salvadoreño y es interesante ver como estas frases han venido de generación en generación y que a pesar de los años muchos nos identificamos ya que seguimos escuchando la misma canción. Todos pasamos de decir: “Mama te quiero” a “Que jode mi nana”. Más cuando entramos en la edad en la que nos podemos defender y en la que ya no nos pueden manipular o mejor dicho ya no nos dan paja con el cuento del viejito. Las frases más comunes de nuestras madres cuando entramos en nuestra adolescencia llevan más peso y hasta cierto punto se vuelven de heroínas a victimas, de victimas a sargentas como en estos ejemplos:
-¿Qué hice para merecerme esto?
-¿Y qué creen, qué soy su cholera?
-¡Ya quisieran tener tus amigos una nana como yo!
- Seguite haciendo el chistoso, quiero verte cuando me muera.
-Aquí no es restaurante, te hartas lo que haya.
-¿Y qué pensas, qué cago pisto?
- Sos igualito a tu tata.
-¡Vas a ver cuando venga tu papa!
- Anda a preguntarle a tu tata.
-Bájale volumen a ese buyerio que siento que me van siguiendo.
Ahhh los veintes, una edad llena de cambios, de experimentos, ilusiones de muchos sueños perooo muchos seguimos viviendo bajo el mismo techo con nuestras queridas madres y el cuento es de nunca acabar. La misma historia una y otra vez, solo que ya con poco de resignación al saber que sus bebes no son tan bebes:
-¿Para qué me preguntas si al final haces lo que queres?
- ¿Y vos qué pensas, qué nací ayer?
-Cuando tengas tus propios hijos quiero verte.
-Y que acaso yo estoy pintada.
-Mientras vivas bajo mi techo la que manda soy yo.
-Mira que soy tu madre y mientras este viva me respetas &*^
-¿Y qué sos absoluta? Vos no te mandas sola.
-¿Y cuando te di permiso?
-¡Hace lo que queras!
Si todavía no se han caído de su silla por tanto risa que les dio esas frases, póngase en su teclado y comentan con sus frases favoritas que utiliza o utilizaba su madre. Y si ya no se acordaban que hoy es el día de las madres, corran a la floristería y hagan de este día un día aun más especial con un gran detalle como una carta o una caja de chocolates porque ella lo merece más que nadie. Feliz día a todas las madres salvadoreñas que se encuentran con vida y a las que lamentablemente ya no nos acompañan, dedicar este día para memorarlas y recordar todos esos momentos especiales que nos hicieron vivir. Por ser madres, esposas, hijas y tener el trabajo más difícil, las amamos.