Cuando alguien bebe ‘guaro’ dirá que va a ‘echarse un tapiz o un tapirulazo’. A veces se dice tomar ‘un pijazo’ o ‘un cachimbazo’. Pero uno tiene que saber que esas dos últimas palabras tienen doble sentido porque también pueden significar un golpe dependiendo del contexto. O quizás, después de tomar guaro hay unos que empiezan a ser violentes. Después de tomarse unas o unos, se puede escuchar:
‘me he tomado un par de tragos’, ‘me he tomado unas cuantas’
Uno que ha tomado mucho ‘se enbola’ o ‘se embola’ y después empiezan a salir los comentarios sobre el estado de ebriedad de las personas:
‘está apija’, ‘bien apija se pusó’, ‘gran sirindanga la que se pusó’, ‘gran talega’, ‘gran verguera que anda’, ‘gran zumba la que andaba’, ‘ese se pusó un gran borrachera’, ‘este está bien bolo’, ‘este es bien chichipate’ (para una persona que toma de todo licor a cualquier hora o un callejero que le entra todo). Otras expresiones que se escuchan también para hablar de los bolos son: ‘borracho graduado’, ‘ladrillo seco’, ‘este si es 4X4’ o ‘este si es ranger’. Esas últimas dos expresiones están utilizadas para cualificar alguien que no le importa el lugar donde bebe y toma lo que sea.
De los guaros, existen una gran variedad también. Uno llamado ‘El muñeco’ es el guaro más barato que beben los bolos o los bolos chucos (cuando se han vomitado). La botella se llama ‘la pacha’ por la forma que tiene. Otros tipos de guaro se llaman: ‘El chaparro’, ‘Tíc Táck’, ‘Caña Rica’, ‘La Trenzuda’ y muchos más seguramente.
Para terminar, una bebida alcoholizada más tradicional en El Salvador es la chicha que está hecha con cascara de piña, maíz, agua, pimienta gorda y dulce de panela que ponen a fermentar en una olla de barro.